Mañana dejo mi trabajo. No voy a comentar las razones (al menos no hoy), pero voy a descargar algunas líneas de las cosas que vienen a mi mente luego del ritual de recoger mi puesto.
Lo que primero viene a mi mente: "¡Qué cantidad de peroles!". Es increíble las cosas que uno guarda en un mismo lugar a medida de que pasa el tiempo. Papeles, anotaciones, post-its, papeles de dulces, un vaso mezclador para Toddy... Momento gratos, momentos no tan gratos...
Y al final...la amplitud. Debo reconocer que un escritorio de metro y algo más de ancho es suficiente espacio para ser ocupado por una persona. Pero ante la cantidad de cosas que uno va acumulando, se va reduciendo. Ahora, mi cubículo se ve amplio, espacioso. Hasta las cosas que traigo conmigo del día a día se ven pequeñas, en un lugar donde apenas podían ser ubicadas.
Debo reconocer que me entristece un poco el irme. Ya le había agarrado cariño a mi puesto, a mi rutina. Pero es hora de moverme. Es hora de levantar el rostro y asumir el nuevo reto que viene. Extrañaré a mis amigos, y sé que ellos a mí. Pero no los abandono ni ellos me abandonarán. Siempre estaré para ellos cuando me necesiten. Y siempre habrá Subway, siempre habrá encuentros, siempre habrán nuevos momentos. Ahora desde otro ámbito, otras perspectivas, pero siempre firmes en los lazos que creamos.
"Obró mucho el que nada dejó para mañana" - Anónimo
"Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse" - Anónimo
"La nostalgia es sentir calor y frío a la vez, es tener la plena certeza de que la felicidad estuvo alguna vez en tus alas" - Anónimo
"Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo. "Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta" - Ralph Waldo Emerson
"Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero" - William Shakespeare
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